Magreb
Bajo el cielo, de pronto, el oasis perenne.
Eran las tierras rojas, y el río, lenta sierpe.
¡Qué fresco el palmeral con los olivos verdes!
Volaban las palomas en banderas clementes.
Habían florecido los rosales silvestres.
Dispersos, tres muchachos con túnicas celestes.
FRANCISCO BRINES
se escribe poesía
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ResponderEliminarraul que lo escriba como quiera
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